Cuando trate de definir a los aromas, y sus efectos sobre nuestra piel, sentidos y vida, me encontré en varios libros, con la definición del olfato. Uno de los cinco sentidos que se le atribuye a los seres vivos y aquellos órganos, a los que se les atribuye la tarea de “oler”. Y creo entonces que no se puede comenzar, sin antes dar una pequeña reseña sobre el olfato.
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| Campos de Lavanda, Francia |
Algún tiempo atrás o prácticamente hace miles de años atrás. El olfato supo ser, un elemento indispensable para poder, localizar alimentos y entender el medio en los que se topaba el hombre. Hoy por hoy, ha sido relegado. Se ha dado una prioridad y hasta una sobre estimulación al sentido de la visión. . Si bien es cierto en mi país de origen, Argentina, encontramos miles y miles de bares que nos tientan con su comida, responden a una actividad cultural, social; más que a una necesidad de satisfacer o de utilizar los aromas que salen de una cocina, con algún fin terapéutico.
El AROMA, es utilizado para seducir, para marcar personalidad, para generar sensación de seguridad, nos excita, nos calma, nos da placer, ternura y solemos buscarlo en los demás. Estas no son solo las únicas propiedades de los aromas. No son solo notas que son “sentidas”, olidas por nuestro naso cerebro. Hay todo un Universo detrás de los aromas, esta es la llave, al un mundo para nada nuevo.
Los aromas nos recuerdan momentos de nuestra niñez, momentos alegres y terribles. El sentido del olfato nos alerta sobre el estado de las cosas. El estado del cuerpo. No marca también posibles sensación de seguridad, estabilidad, higiene, preparación, hasta status.Pero remarco no es la único que encontraremos. El sentido del olfato y retomando alguna clase de Ciencias Naturales del primario, EGB... Se compone por la nariz, que contará con nervios olfativos, las células epiteliales y nerviosas, a través del hueso, llegan al bulbo olfativo. Donde DIRECTAMENTE establece conexiones con nuestras neuronas. El cerebro responde ante este estimulo.
Estos pequeños nervios se conectan con el sistema límbico del sistema nervioso, recordemos que es aquel que regula la actividad sensomotriz, estimula las tripas, la piel, nuestro sexo. Y creo yo, lo que nos avisa que está cerca una fábrica de chocolate, una cervecería o la comida de mama. =)
El sentido de estabilidad, de estar en un lugar conocido, de territorio nos relaja. La intención de este pequeño trabajo es poder lograr eso. Poder encontrar la manera de que nuestra casa, sea un hogar y que en cada parte de la misma, se pueda establecer una relación de aroma-habitación, siguiendo nuestros gustos y necesidades, el objetivo es poder determinar que aromas nos relajan, nos ayuda a concentrarnos, nos tonifica, nos da tranquilidad y poder anexar esto en un dinámica con nuestro hogar, será la intención de las próximas entregas.
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Lo primero esta hecho, recordar la importancia de los aromas. Pero primero debemos definirlos como la esencia de cada planta y árbol que mediante procesos de destilación en vapor en frio (técnica francesa) o vapor caliente llegan a nuestro naso cerebro.
Lo segundo es entender cuales serán aquellos aromas que generaran, sumaran complementaran y muchas veces será la puerta de entrada a que cada habitación de nuestro hogar tome un sentido distinto al de hoy, o termine de definir lo que estábamos buscando. La importancia de que los aromas son el producto de aromas orgánicos devenidos de procesos de extracción de flores, tallos, hojas de distintas platas y arboles. Que a lo largo de la Historia han influido en Civilizaciones, en sus ritos, costumbres, en su espiritualidad y en la salud. 
